martes, abril 10, 2007

CAMILO LOPEZ ENTREVISTA A PONG

Blogosfera: Alfredo Pong
Por Camilo López, desde Miami.

“De esa forma accedemos a la verdadera comunicación de masas. No hay consorcios, ni partidos ni compromisos ideológicos que puedan manipular los temas y puntos de vista. En última instancia es el propio autor quien se desnuda ante todos y nos aporta algo interesante o simplemente banal”.
Alfredo Pong, conocido caricaturista político cubano, quien llegó al mundo de la blogosfera de la mano de su hija teniendo ya un currículum soberbio, conversa con nosotros acerca del universo blog como medio de expresión individual. Inmediatamente su desconfianza acerca del manejo de la información por parte de grandes conglomerados es notable:
“No creo en las organizaciones tipo ONG (
Green Peace incluido) y que en definitiva son panfletos ideológicos también. Para mí las instituciones no dejan de ser un modo oficialista de emitir e influir en las relaciones sociales y económicas de un grupo determinado”. Por ello “la comunicación debe ser amplia, libre y abierta. Y en eso, hasta hoy, los blogs son un magnífico instrumento”.
Cuando inquirimos acerca de su obra, de sus motivaciones y delirios, nos responde:
“En la obra de cada autor se reflejan sus puntos de vista”. Y ahonda: “Yo fui una víctima más del fascismo de izquierda que rige los destinos de mi país desde 1959; una pandilla con un Padrino que ha convertido en víctima – cómplice a cada ciudadano cubano”. Es por ello que “mi trabajo en la gráfica política refleja mi posición al respecto”.
El socialismo como estafa, sea de cualquier tendencia, es una tesis vital dentro de la percepción artística y humana que Pong desarrolla con
su arte:
“No creo en el socialismo en ninguna de sus formas, porque al final son parientes de la misma familia y se apoyan veladamente pero jamás se lastiman lo suficiente como para eliminar su ideología”. Es la teoría del conservacionismo en su más pura esencia: “Se adaptan tal y como lo hacen las especies en peligro de extinción, para no desaparecer, y para ello se valen de la democracia y sus debilidades”.
Y conceptualizando su trabajo, concluye con un aclaratorio:
No vivo de la caricatura. Mi vida profesional nada tiene que ver con ello”.
Alfredo Pong percibe que la blogosfera cubana del exilio se alimenta de límites difusos, como si fuera fiel reflejo de quienes vivimos fuera:
“La blogosfera cubana está en forma dispersa en la red. La realidad cubana es tan variada como cubanos hay. Cada cual la vive según sus experiencias e intereses. Los ex pioneros no pueden ver la realidad de los ex presos políticos, ni los ex funcionarios pueden entender la realidad de los ex ciudadanos de a pie”.
Y advierte acerca de su preocupación mayor:
“Existe un sólo enemigo, que vive de nuestras remesas, que es administrador de nuestros artistas, que es censor, curandero y Gran Hermano”. Por ello su profundo escepticismo acerca de quienes se escudan en la libertad de prensa para emitir opiniones favorables acerca del régimen cubano. “Desde La Habana se dirigen muchas instituciones de las cuales se llega a creer que emiten “opiniones libres” sobre nuestra realidad”. Y es allí donde su fe sobre los medios de opinión no controlados alcanza una real dimensión: “Por eso la diversidad en la blogosfera será siempre la mejor arma contra los designios ideológicos de ese ‘hombre nuevo’ que sigue al Che y le gusta Silvio con nostalgia, y Pablo, y los Van Van y los muñequitos rusos. En resumen, ése hombre nuevo que aún sueña con el socialismo”.
Tampoco, a consideración de Pong, hay que exagerar el papel que juega la blogosfera como medio representativo del exilio cubano:
“El primer exilio lo componen personas ya muy ancianas que se están muriendo sin volver a la tierra libre que soñaron algún día. Ellos hicieron el camino. No conocen ni entienden la Internet. No tienen voz en la red y son las primeras víctimas”.
Y luego de identificar a las principales tendencias participativas dentro del amplio mundo del exilio cubano, concluye:
“El futuro de nuestra blogosfera está en manos de los que son jóvenes y dominan el campo de la web y la era digital. Sus inquietudes no pasan por la empatía. Cada cual va a sus objetivos, y ello a su vez define el lenguaje y el modo de hacer”. Aunque también considera que: “Hay mucha confusión y mucha falta de reciclaje, es por eso que hay que conocer la verdadera historia del conflicto antes de emitir comentarios y criterios. Hay que investigar y aprender a escuchar las opiniones ajenas”.
Alfredo Pong, fiel representante de
aquella estirpe de caricaturistas que molestaron a la cúpula desde un inicio, tiene las cosas claras, más allá de poses filosóficas o teorías existencialistas acerca del tema cubano:
“En mi caso personal sólo hay dos tendencias: o estás realmente contra la dictadura o a favor de ella. El resto es una eterna discusión dentro de la familia”.

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