Había un profesor de química en una gran escuela con alumnos de intercambio venezolano en su clase. Un día, mientras los estudiantes estaban en el laboratorio, el profesor observo a un joven que de forma constante se rascaba la espalda y se estiraba como si le doliese.
El profesor le pregunto cual era su problema. El alumno respondió que tenia una bala metida en la espalda debido a que recibió un disparo mientras luchaba en contra de los comunistas en su país de origen los cuales estaban tratando de derrumbar su gobierno e instaurar un nuevo régimen, un "otro mundo posible". A la mitad de la historia el miro al profesor e le hizo una pregunta: "Usted sabe como se capturan puercos salvajes?" El profesor creyó que era un chiste y esperaba una respuesta divertida. El joven respondió que no era un chiste. "Usted captura puercos salvajes encontrando un sitio adecuado en la floresta y tirando un poco de maiz en el piso. Los puercos vienen diariamente a comer el maiz de gratis. Cuando se acostumbran a venir diariamente, usted construye una cerca a un costado del sitio en donde ellos se acostumbraron a venir. Cuando se acostumbran a la cerca, ellos regresan a comer el maiz y usted construye otro lado de la cerca. Ellos vuelven a acostumbrarse y regresan a comer. Usted va poco a poco hasta instalar los cuatro costados del cercado alrededor de los puercos, al final instala una puerta en el ultimo lado. Los puercos ya estarán acostumbrados al maiz fácil y a las cercas, comienzan a venir solos por la entrada. Es ahí cuando usted cierra el portón e captura a todo el grupo". "Así de simple, en un segundo, los puercos pierden su libertad. Ellos empiezan a correr en círculos dentro de la cerca, pero ya están sometidos. Luego, empiezan a comer el maiz fácil y gratis. Se quedan tan acostumbrados a eso que se olvidan como cazar por si mismos, y por eso aceptan la esclavitud." "El joven comento con el profesor que era exactamente eso que el veía suceder en Venezuela. El gobierno los estaba empujando hacia el comunismo y el socialismo tirando maiz gratis disfrazado de programas de ayuda de dinero, misiones, planes, etc, impuestos diversos, leyes de "protección", subsidio para cualquier cosa, expropiaciones indebidas, programas de "bien estar social", médicos cubanos y medicinas "gratis", siempre y siempre nuevas leyes inconsecuentes, etc, todo a costilla del sacrificio de las libertades, migaja a migaja. Debemos siempre recordarnos que "No existe comida gratis" y además que "no es posible que alguien preste un servicio mas barato que el que uno mismo hace".
1 comentario:
Coño, vine aqui buscando algo ligero para reirme un poco pero esto no me ha dado gracia ninguna.
Que buen cuento!
Saludos
Al Godar
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