Al mono venezolano,
que le encanta criticar ,
lo mandaron a callar
na’ menos que un soberano.
En un torno firme y plano,
que al de un maestro recuerda,
El rey le paró la cuerda
a Chávez, que lo maldijo,
y YA CALLATE – le dijo,
y yo añado: Comemierda!
Delante del mundo entero
el monarca lo humilló
porque Chávez la emprendió
del Aznar con Zapatero.
Y es que el mono es muy bretero.
Los mandatarios no emplean
insultos, pa’ que otros crean
que pueden intimidar,
Chávez sólo debe hablar
cuando las gallinas mean.
Patricia Herbello / Miami/ Nov 2007
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