viernes, agosto 28, 2009

Alfredo Pong: Todo Es Caricaturizable / Entrevista por el poeta,escritor y periodista, Armando de Armas para MartíNoticias / Verano del 2009

El periodista Armando de Armas entrevista a Alfredo Pong


Alfredo Pong es habanero, arquitecto, caricaturista editorial e ilustrador. Un hijo de inmigrantes, padre chino y madre española, y ha publicado sus trabajos en Argentina, Brasil, y Estados Unidos, en publicaciones como Tipográfica, Ciencia Hoje, Ideal, El Nuevo Herald y Pica Pica.
Desde 1998 al 2006 fue director de la sección de humor del diario digital La Nueva Cuba.com. En el presente sus caricaturas se publican regularmente en varios sitios de Internet, en países como Estados Unidos, España, Suecia, Venezuela, Brasil, Puerto Rico y Canadá.
Residente en la ciudad de Miami, Alfredo Pong ha tenido la amabilidad de contestar el siguiente cuestionario a Armando de Armas

MN. ¿Cuáles son los personajes más difíciles de caricaturizar?

AP. Todo es caricaturizable, algunas personas tienen rasgos pronunciados que unidos a su personalidad facilitan el trabajo, el problema está en que no siempre cae bien la interpretación del caricaturista, se requiere de una buena dosis de sencillez y humor para aceptar el resultado.
Hay personajes para los cuales el ego es su peor enemigo.

MN. ¿Cuál es el personaje más caricaturizable de la historia de Cuba?

AP. Sin dudas, Fidel Castro, por ser una perfecta caricatura desde el principio, su megalomanía, sus rasgos y esa solemnidad forzada que le llevó a estar en escena las 24 horas del día durante todos los años en el poder absoluto. Es curioso que en el mismo 1959 con 8 años recibí un premio por pintar en tempera usando solo los dedos un retrato del personaje, y quién me iba a decir, que años después terminaría divirtiéndome tanto haciéndole caricaturas a ese funesto individuo.

MN. ¿Cuál es el personaje menos caricaturizable de la historia de Cuba?

AP. José Martí. Si te fijas, verás que es el personaje más importante de nuestra historia, y sin embargo tiene muy pocas caricaturas reconocidas, a pesar de tener rasgos muy característicos.
MN. ¿Cuál es, a su entender, el mayor don que debe poseer un caricaturista?
AP. Hacer la burla, la crítica o la reflexión con elegancia, traspasar los límites de la transgresión sin llegar a la ofensa, herir es fácil, ser un asere cómico, abanderarse en la chusmería no es para mí el camino que he escogido, aunque el dicharacho popular y la pimienta criolla son ingredientes válidos si se usan con buen sentido.

MN. ¿Es el pensamiento de lo políticamente correcto un peligro para el arte de la caricatura?

AP. Creo que sí, porque lo "políticamente correcto" es un modo de censura implantado por quienes tienen el poder, ya sea de la opinión pública, los medios masivos, los partidos o la ética de la cultura del momento, el caricaturista debe ser siempre un enemigo del poder y del abuso en cualquiera de sus formas y ante todo debe ser honesto consigo mismo.

MN. ¿Es el humor un arma?


AP. No llega a eso, pero te puede matar, sobre todo al dibujante. No conozco a nadie que haya muerto por ser objeto de una caricatura, pero sí hay muchos caricaturistas en peligro de muerte por su trabajo.
Mi objetivo como caricaturista ha sido llevar la crónica gráfica de la dictadura y sus satélites desde la caída del Muro de Berlín hasta la fecha, día a día, noticia tras noticia, hasta que la pesadilla termine. Después ya veremos.

MN. ¿Por qué los sistemas totalitarios son tan pesados, faltos de humor?

AP. El poder no resiste el humor, el mejor ejemplo lo tienes en los dirigentes del llamado Socialismo del Siglo XXI, incluyendo al ideólogo de la pandilla, el Coma-Andante en Jefe, todos son personajes del mejor sainete posible, algunos son caricaturas vivientes que no conocen los límites del ridículo, todos persiguen el poder absoluto en sus países, y una vez que lo logran lo primero que eliminan es el humor mordaz y crítico, porque sus argumentos y consignas no resisten una simple trompetilla.
Se puede obligar a la seriedad, el miedo, la desconfianza, pero nadie te puede obligar a reír con ganas, porque en el totalitarismo lo que no es obligatorio está prohibido.

MN. ¿Cómo se relacionan humorismo y felicidad?

AP. La felicidad es un instante, la buena risa es un soplo de alegría, reír es una medicina muy eficaz, hacer reír produce una satisfacción muy difícil de explicar. MN. ¿Se puede ser un buen humorista y a la vez ser un hombre triste? AP. Un humorista ante todo es un ser humano, con una capacidad de escudriñar y descubrir los defectos y convertirlos en algo cómico o reflexivo, algunas veces eso le hace ver las cosas con una profundidad que le lleva al pesimismo o la tristeza.
Para ser un buen humorista hay que practicar la empatía, y eso nos obliga a ver las cosas como son en realidad. ¿Podría el humorismo existir en un mundo perfecto?

MN. ¿Qué define más la historia de Cuba el humorismo o la tristeza?

AP. Algo que destaca al cubano es su sentido del humor, toda situación genera un chiste o un refrán, esa capacidad le ha permitido sobrevivir muchas amarguras a lo largo de la historia nacional, un ejemplo de ello lo tenemos en un velorio cubano, parece más una tertulia que un funeral, salvo los allegados al muerto, el resto traspasado el ataúd, las coronas de flores y los parientes cercanos, convierten el resto del salón en una velada social, no porque no les importe el finado, es que somos así de extrovertidos y vivimos aferrados a la alegría de estar vivos.

MN. ¿El humorismo o el heroísmo?

AP. La mejor consigna política no escapa al chiste o al choteo, en mi caso prefiero un país donde la música y el buen humor sean el orgullo nacional, donde el arte y la cultura sean tan importante como el deporte, un país sin enemigos ni internos ni externos, entonces no serán necesarios los héroes.

MN. ¿Y usted quién prefiere, a los héroes o a los humoristas?

AP. Entre Superman o Mickey Mouse prefiero a Mafalda.
Los héroes nos recuerdan que siempre hay alguien dispuesto a dar la vida por los demás ante circunstancias inevitables, ese sacrificio yo lo respeto mucho.
En lo que a mi respecta, prefiero una buena comida acompañado de mis seres queridos, amigos y familiares y pasarla bien disfrutando de ciertos momentos que a veces son irrepetibles.

Fuente / MartíNoticias / http://www.martinoticias.com/FullStory.aspx?ID=98276B4C-68CF-48AC-AAFE45574A4A1AA1

jueves, agosto 27, 2009

martes, agosto 25, 2009

¿ ARGUMENTAR CON LA IZQUIERDA ?

No hay nada que argumentar. Lo mismo que un judío no tiene que argumentar nada lo mismo que un chileno no tiene que argumentar nada. Si en medio siglo no han podido enterarse de lo que pasa en la isla, no es asunto nuestro. Llevan con su silencio cincuenta años cagándose en el dolor de millones de personas. ¿Y ahora quieren sermonearnos?¿Qué pasa? Pues que un payaso que canta y vende sus bodrios a los exiliados de Miami quiere ir a la misma Plaza donde se ha pedido el fusilamiento de muchos de los familiares de los que compran sus discos y cantarle a la dictadura que los fusiló, los encarcelo o los expulsó. Eso es lo que pasa. En Cuba no se le canta a nadie más que a la dictadura. Esbirros organizan el concierto. ¿Y qué quieren? ¿Que las víctimas los aplaudan? Serán canallas. Las víctimas lo que deben hacer es organizar un boicot contra todos los payasos que participen en el concierto en La Habana. Pero un boicot de verdad. Que el programador de una emisora de Miami que ponga un disco de alguno de los payasos cantantes tenga al instante una manifestación a las puertas de la estación. Lo mismo para quien venda sus discos.¡Háganse respetar y dejen por una vez de ser tan sumisos!¿Paz? ¿Qué coño es eso? De nosotros lo único que deben esperar es la guerra. Es una pena que los cubanos de Miami después de cincuenta años de burlas y humillaciones a manos de estos payasos cantantes y diversos payasos intelectuales y de ralea semejante, no hayan aprendido a hacerles la guerra más implacable. Como hacen los judíos. Es el único idioma que entiende esta gentuza. El del dinero. Que empiecen a bajar las ventas de discos y verán como enseguida ven los fusilados, los ahogados, ven a las víctimas.Con estos payasos no hay nada que argumentar. Hay que decirles ve y canta donde te venga en ganas pero que sepas que vas a pagar un precio. El mismo que hemos pagado los escritores, artistas, músicos y cantantes cubanos exiliados enemigos de la dictadura. El precio que nos ha hecho pagar la izquierda culona norteamericana y europea por el simple hecho de denunciar la dictadura. Esto es una guerra. Que se enteren. Es hora de que dejemos de ser nosotros, exclusivamente, los que ponemos las víctimas.¿Hablar? Nada que hablar.Que hablen con los miles de muertos en el Estrecho de la Florida, que hablen con los fusilados, que hablen con medio país que ha pasado por las cárceles, que ha tenido que huir, que hablen con las generaciones de niñas prostituidas, con las generaciones de niños embrutecidos y envilecidos en nombre de una idea imbécil y de un caudillo siniestro.Conmigo al menos, no hay nada que hablar.Qué pasa. ¿Que El País jamás nos mencionará? ¿Que algún nazionalista que algún nazizquierdista no nos publicará los libros?Que se lo metan por el culo.Yo he salido al mar a buscar balseros y he visto las balsas vacías. Yo he visto los restos de los naufragios en las costas. Yo he mirado a los ojos a Mario Chánez de Armas que pasó treinta años en un infecto agujero, más que Mandela por cierto, cabrones. Yo he estado en el ejército y nos han dado órdenes de disparar a los que escapan. Me honra haber incumplido esa orden. Yo he visto a mi madre llorar porque no tenía qué dar de comer a sus hijos y después a sus nietos. Hablen guitarreros, intelectuales a la venta por un p remio, un viaje o una feria de libros, hablen culosgordos chupasubvenciones en fin zopencos vendidos hablen con los hijos con las mad res con los hermanos con los padres de los ahogados de los ametrallados tratando de escapar. Hablen con los miles de torturados, hablen con los presos políticos. Hablen con los millones de vidas aniquiladas.¿Conmigo? Conmigo no hay nada que hablar.Yo sólo aspiro a insultarlos, a burlarme de ustedes. Conmigo no tienen nada que hablar. Yo sólo pido al Gran Dios de las Palabras que mantenga mi furia intacta y vívida hasta el final.

Juan Abreu, escritor cubano-Barcelona, España

domingo, agosto 23, 2009

MAS CLARO, NI EL AGUA.../ Otra de Ricardo Brown

Lo que sí se parece al nazismo es lo que ocurre en Cuba desde hace más de medio siglo.. 22 de agosto/09

El Ministro de Cultura de Cuba habló sobre el Concierto de la Plaza de la Revolución que será presentado por algunos artistas internacionales. Dijo esto Abel Prieto: “Hemos visto lamentablemente el rostro feroz del facismo desde Miami contra un proyecto tan hermoso.”
Se refiere Abel Prieto a las amenazas de muerte que ha denunciado haber recibido el cantautor Juánes. Se refiere al pequeño grupo de personas que destruyó discos que, según ellos, eran de música de Juánes.
Las amenazas hay que tomarlas en serio y están siendo investigadas por la Policía de Key Biscayne, que es donde vive Juánes desde hace tiempo. Ojala arresten a alguien, enjuicien a alguien, condenen a alguien por estas amenazas. Que le caiga todo el peso de la ley encima a quien hizo esas amenazas. Se dice que las amenazas fueron enviadas por Internet y tal vez eso haga fácil la detección y arresto de quien las envió. Ojala Juánes tenga oportunidad de prestar declaraciones en corte contra quienes lo amenazaron. Así es como se hacen las cosas en Estados Unidos. Sí hay arrestos, y posiblemente los habrá, y el caso llega a los tribunales Juánes probablemente tendrá que prestar declaraciones bajo juramento contra quienes le amenazaron. Y los abogados del acusado o los acusados tendrán la oportunidad de interrogar a Juánes. Así es como funciona un sistema judicial independiente en un país democrático. El acusador tiene derechos. El acusado tiene derechos. Eso es algo que no existe en Cuba.
Sobre las personas que destruyeron discos de Juánes, yo manifiesto aquí sin ningún reparo que estoy en contra de ese tipo de manifestación. Pero en Estados Unidos uno puede comprar un disco y escucharlo, regalarlo o destruirlo en público o en privado. Bajo la ley, nos guste o no, se considera mercancia. Quizá la protesta por aquel pequeño grupo de personas fue desagradable o descortés. Pero es un poco exagerado compararla con la quema de libros por los nazis. Estas personas que destruyeron unos discos eran pocas. Los nazis, tristemente, eran muchos. Eran un poderoso grupo político-gangsteril que, aún antes de llegar al gobierno, perseguía y mataba a los judios , los gitanos, los gays, los demócratas, los comunistas. Los Nazis hacían piras con montañas de miles de libros que prohibieron cuando llegaron al gobierno. Si podían, enviaban a los campos de concentración y asesinaban a los autores de esos libros.
Yo pienso que el gobierno y el partido político del Sr. Abel Prieto se parece mucho más a los nazis que el pequeño grupo de personas que se congregó en la Calle Ocho de Miami, y ante las cámaras de televisión destruyeron unos discos. Si alguien fuera generoso, podría decir que ese pequeño grupo de personas estaba escenificando un espectáculo de teatro callejero.
Probablemente había más cámaras de televisión allí que personas destruyendo discos. Y les cuento algo, algunos de los periodistas que fueron allí estaban muy contentos porque les encanta hacer reportajes que hacen lucir mal a los cubanos del exilio. Hay alguna gente en la prensa que resiente a los cubanos en general, le caen mal los cubanos, pero sobre todo los cubanos del exilio. Y cuando esta gente tiene oportunidad de hacer lucir mal a los cubanos , se da banquete. Yo conozco a una de esas personas que estuvo allí haciendo un reportaje –una persona latinoamericana - que, desconociendo la historia y la realidad, abiertamente dice que los cubanos son unos caribeños incultos que no saben hablar y que son unos cobardes porque unos salieron huyendo de Cuba -los de Miami- y que los otros, los que se quedaron en la isla, también son unos caribeños atrasados y cobardes. Hay gente racista, anticubana y mal intencionada en la prensa que reporta desde Miami. Que nadie se equivoque. Y a veces esta gente le hace el juego –sutilmente- al régimen castrista más por el odio que siente contra los cubanos que por razones ideológicas. Aunque a veces lo hace por ambas cosas, porque es gente de extrema izquierda y a la vez se cree superior, por nacionalidad, por raza, a los cubanos. Por cierto, la gente que piensa así se parece mucho a los nazis.
Pero regresando a lo que dijo Abel Prieto. Señor, en Cuba, bajo la dictadura que usted sirve, quemaron las obras de pintores de la época republicana; prohibieron, encarcelaron y desterraron a escritores y poetas; al poeta Heberto Padilla lo obligaron a humillarse públicamente; a la poetiza Maria Elena Cruz Varela una turba organizada por el régimen la golpeo y la forzó a tragarse sus poemas; prohibieron los libros de Reynaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante y Lydia Cabrera; persiguieron hasta la muerte a José Lezama Lima y Virgilio Piñera; le negaron a las nuevas generaciones leer la poesía de Gastón Baquero y escuchar la música de Celia Cruz; prohibieron a los Beatles y los Rolling Stones cuando estaban en su apogeo, cuando eran la nueva ola de cultura popular. Y son tantas las cosas terribles que ha hecho el régimen que usted sirve para asesinar la cultura, que no hay tiempo ni espacio suficiente para narrarlo.
Pero termino con esto. No hay nada más parecido a Hitler vomitando odio en en el Berlín de los treinta y cuarenta que Fidel Castro dando alaridos por horas e incitando a una multitud en la Plaza de la Revolución a gritar ¡Paredón! ¡Paredón! No hay nada que se que se parezca más al nazismo con sus designios imperialistas y de conquista del mundo que lo que hizo la dictadura que usted defiende, entrenando y dando apoyo a guerrillas y terroristas urbanos a lo largo y ancho de Latino América y Africa. No hay nada más parecido al terrible Kristallnacht de los Nazis que aquellas turbas organizadas por la dictadura castrista agrediendo a los cubanos que querían abandonar la isla en el Éxodo del Mariel. No hay nada más parecido a los intelectuales alemanes que le hicieron el juego a los Nazis que cantautores, escritores pintores y Ministros de Cultura que firmaron una carta aprobando el fusilamiento de tres infelices jóvenes negros cubanos que solo querían ir a vivir a ese Miami que usted tanto odia pero que escogen como hogar cientos de miles de latinoamericanos, incluyendo el organizador del Concierto en la Plaza de la Revolución.
Yo no sé como le llamaría usted, Sr. Prieto, el fusilamiento en menos de 72 horas, que es lo que transcurrió entre el momento en que fueron acusados y asesinados, de tres jóvenes pobres que se cansaron de tanto oprobio, represión, mentira y miseria que usted defiende a capa y espada. No sé si usted eso lo definiría como nazismo o facismo u otra cosa. Yo lo llamo atrocidad, monstruosidad. Yo le digo que eso se parece mucho más a lo que usted dice condenar que el hecho de que un puñado de personas destruya unos discos en la Calle Ocho de Miami. Yo no estoy de acuerdo con la destrucción de discos, libros, pinturas, esculturas ni nada que sea arte o se asemeje al arte. Usted es Ministro de Culura de un régimen que ha hecho todo eso.
Pero pienso que es mucho peor destruir vidas. Pienso que es mucho peor destruir familias. Pienso que es mucho peor destruir un país. Y eso es lo que ha estado ocurriendo en Cuba durante los últimos 50 años. Lo que se parece al nazismo es lo que ha sucedido en Cuba por más de medio siglo. Lo que se parece al nazismo y el facismo es lo que usted defiende.


Ricardo Brown

sábado, agosto 22, 2009

PONG BY GARRINCHA

Gracias al colega y amigo Garrincha por esta magnífica caricatura, un regalo invalorable, quedo en deuda por este gesto, la revancha está en camino.

domingo, agosto 16, 2009

ANUNCIO PONGÍSTICO PAGADO

Haga click sobre la Imagen para ver detalles

sábado, agosto 15, 2009

Quemar discos y camisas alegóricas es el mejor argumento en contra de un exilio incomprendido por muchos.
Un futuro acto equivocado o falto de empatía con la causa cubana no justifica una acción facistoide que nos iguala a todo lo que combatimos.

viernes, agosto 14, 2009

UNA ENTREVISTA AL CARICATURISTA OMAR SANTANA

Omar Santana: El humorista no puede estar nunca con el poder

Omar Santana, a pesar de su juventud, ha dejado ya su indeleble impronta en el humor gráfico de la isla de los últimos tiempos. Nacido en la norteña ciudad cubana de Caibarién y graduado de la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Alejandro, en La Habana, Santana ha sido caricaturista editorial e ilustrador del periódico digital Encuentro en la Red en Madrid, y caricaturista de la Sección Séptimo Día del periódico El Nuevo Herald en Miami. Por otra parte, ha ilustrado artículos para la revista Hispano Cubana, también en Madrid.
Además ha ilustrado los libros para niños El arcoiris y El teatro guiñol, de María de los Angeles Caviedes, y Los Cuentos de la Abuela Cacha, de Dolores Peña, y ha hecho ilustraciones de portada para importantes sellos editoriales europeos.
Santana se desempeñó durante cuatro años como dibujante e impresor de serigrafía artística en el taller Fuera de Serie, en Madrid, a donde llegó como exiliado en el año 2000. Actualmente vive y trabaja en Miami Beach.
Armando de Armas lo entrevistó para MartiNoticias.


MN. ¿De cuál de los maestros de la caricatura cubana se siente deudor?

OS. Me es difícil hablarte de deudas porque son muchos los que pueden haber influido en mi obra, aunque lo limitemos al ámbito cubano. Quizás para los demás sea más fácil que para uno, que la hace. Pero mirando a los que me han gustado y por lo tanto es muy posible que hayan sido una influencia o una inspiración, te puedo mencionar al gran genio: Abela.

MN. ¿Cómo maneja la dualidad pintura-caricatura que suele estar presente en muchas de sus obras?

OS. Hay que echar mano muchas veces del raciocinio: sobran cosas. Te confieso que me divierte mucho pintar, dibujar. Y más que volverme loco -por decirlo de alguna manera- por poner cosas, trato de hacer lo contrario. Si manejas muchos recursos, tienes que decidir cual es más eficaz

MN. ¿Es usted un pintor devenido caricaturista o un caricaturista devenido pintor?

OS. Empecé a estudiar pintura muy joven, cuando uno no tiene claro estas cosas. Por lo tanto mi formación es académica, como pintor. Aunque siento pasión por ambas.

MN. ¿Por qué cree usted que en nuestro escenario cultural los pintores suelen gozar de más prestigio oficioso que los caricaturistas?

OS. Eso no es exclusivo de los cubanos, aunque hay culturas donde se aprecia mucho más. La norteamericana, por ejemplo. O la francesa. Recuerda también que lo que no se comprende es mucho más fácil de que sea respetado.

MN. ¿Por qué cree que el primer medio de prensa cerrado por la revolución castrista fu el semanario humorístico Zig Zag?

OS. ¡Facilito: es humor. Y en Cuba, asere!

MN. ¿Percibe al socialismo como un sistema esencialmente falto de humor?

OS. Falto de humor no: contrario al humor. De hecho es su principal enemigo. Por eso la paradoja de que el último reducto comunista esté en el caribe.

MN. ¿Es el humor un arma?

OS. Es un estilete, o una bazooka. Pero no tanto por las intenciones como por la recepción. Todo el mundo no es capaz de aceptar bien un "cuero", y ejemplos sobran.

MN. ¿Tiene alma el humor?

OS. Puede sonar hasta cursi, pero el alma del humor es la libertad. Palabra gastadita ¿eh? El humorista no puede estar nunca con el poder.

MN. Usted ha sido notablemente exitoso en la caricatura política. ¿Procura evadir el panfleto en la caricatura, si es que se le puede llamar así, o le da igual?

OS. Claro que se le puede llamar así, y abunda. Es lo más terrible que puede pasar. Contra eso hay que estar siempre en guardia porque logran el objetivo contrario. La caricatura utiliza mucho los símbolos y hay que salir huyendo de los más gastados, de los más trillados: cadenas, grilletes, sangre, palomas…

MN. ¿De los personajes comúnmente víctimas o privilegiados de su obra caricaturesca cual es su preferido, si hay alguno?

OS. De los defendidos están los anónimos, que pueden representar a cualquiera, al más común de los mortales. De los odiados, quizás el más "deseado" sea Chávez, por razones obvias: ¡es una caricatura!

MN. ¿Qué es lo que hace fácil o difícil a la hora de caricaturizar a u personaje dado, los rasgos del rostro o la índole del espíritu?

OS. Las dos son importantísimas. Eso de "captar el espíritu por encima de todo" es una chochera. Pero esos retratitos hechos casi siempre de frente independientemente de la posición del cuerpo son peor. Lo ideal es estudiar al personaje, imaginárselo, y dibujar. No tiene que ser el mismo, está en un ámbito nuevo.

MN. ¿Qué ama y que odia Omar Santana?

OS. Difícil pregunta. Podría decirte que amo lo auténtico. Y no odio. (bueno, por raticos)

MN. ¿Extraña a la ciudad de Caibarién?

OS. Extraño cosas. Pero sobre todo gente, mi gente.

MN. ¿Regresaría a vivir a una Cuba en libertad?

OS. No lo sé, vivo improvisando. Desde ahora me es imposible decírtelo. Eso sí: tendría que estar Cuba muy diferente.


lunes, agosto 10, 2009

LA PAJA EN EL OJO AJENO...


YO TAMPOCO BAILO CON JUANES

Juanes cumple años hoy.

Le regalo mis desordenados pensamientos sobre su concierto en La Habana. (9 de agosto/09)

Mi músico favorito es John Coltrane.
Escucho a Coltrane y vuela mi espíritu.
Salgo de mi.
En ese momento, creo en lo sublime.
Creo en Dios cuando escucho a Coltrane.
Es más, me convenzo de que Dios baja del Cielo y se sienta a mi lado para escuchar a Coltrane.
¿O será que yo subo allá arriba y me siento junto a Dios?
Whatever.
¿Otros?
Thelonius Monk, Duke Ellington, Beny Moré, Chabuca Granda, La Lupe.
Compositores como Rafael Hernández, Agustín Lara, Miguel Matamoros, Armando Manzanero, Pedro Flores, Ñico Saquito, Roberto Cantoral.
En lo clásico, soy clásico.
Bach, Mozart, Beethoven.
¿Cómo no va a ser así?
Me derriten los "Conciertos de Branderburgo."
El "Concerto 21."
Y "Für Elise."
De la música culta de más de acá, caramba, me conmueve "Filandia" de Sibelius.
Uf, y que cursi soy, me encanta la música de la "Cavalleria Rusticana" de Pietro Mascagni.
Me emociono cuando escucho lo que hizo Bocelli con Mascgani, aquello de:
“Corri verso il mare
Sentirai cantare
Questa musica doce che non morira mai.”
Y claro que amo a los Beatles.
La noche que mataron a Lennon, se me salieron las lágrimas.
Todavía, cada vez que voy a Nueva York, me paro frente al Dakota y luego camino al Strawberry Fields del Parque Central.
Y ya que hablo de Lennon, les cuento que nunca le hice mucho caso a sus pronunciamientos políticos.
Me gusta su música.
Lo que hizo con los Beatles.
Y lo que hizo después.
Y claro que mucho de lo que hizo Lennon , acompañado y solo, tenía tinte político.
“Revolution.”
”Working Class Hero.
“Give Peace a Chance.”
“Imagine.”
Caramba, “Imagine” es como una proclama político/religiosa.
Pero sobre todo es arte.
Como es arte puro aquella música de Bob Dylan cuando era joven, a pesar de su contenido de protesta social.
“The Times They’re A Changin,”
“Masters of War.”
Y mi favorita, “The Lonesome Death of Hattie Carroll.”
Dylan, supongo, quería criticar, denunciar, gritar contra la injusticia.
Pero, esencialmente, lo que produjo fue arte.
Arte fue “Blowing In the Wind,” que es un grito contra la injusticia y la guerra.
Arte fue “Just Like a Woman,” que cada vez que la escucho me hace pensar en una mujer que pasó por mi vida.
Pero, en mi forma enredada de pensar y dar expresión a lo que pienso, a lo que voy es a esto:
Ya se confirmó que Juanes dará un concierto en la Plaza de la Revolución en La Habana.
Por mi, que vaya Juanes a cantar a donde le de su reverenda gana.
Que cante con quien quiera.
Pero, perdón, "que culpa tengo yo de que mi sangre suba, que culpa tengo yo de haber nacido en Cuba," como dice la canción que canta Albita Rodríguez.
Soy cubano.
No puedo regresar a Cuba porque para hacerlo tendría que pedir permiso al régimen de la familia que gobierna en mi país desde hace más de cincuenta años.
Y no lo voy a pedir.
Ni me lo darían.
Me gustaría que Juanes esté muy conciente de eso.
Los cubanos, a diferencia de los colombianos como Juanes y la mayoría de la gente en el mundo, no podemos salir ni entrar libremente del país donde nacimos.
Me encantaría poder hablar con Juanes de nuevo.
Lo haría con mucho respeto.
Le diría esto:
Mucha gente ha muerto, Juanes, tratando de salir sin permiso de Cuba.
Entre ellos tres jóvenes negros, a quienes el régimen fusiló en un dos por tres.
Algunos artistas que viven en Cuba, Juanes, firmaron una carta en que apoyaban el fusilamiento de esos tres jóvenes negros.
Entre ellos tu amigo, Silvio Rodríguez.
No sé si sabías eso, Juanes.
A mi me parece terrible que alguien, y mucho más un artista como Silvio Rodríguez , que escribe canciones tan lindas, esté de acuerdo con que fusilen a tres jóvenes pobres a quienes no se les dio oportunidad de defenderse de ese “crimen” tan horrendo de querer salir de su país e ir a vivir a Miami, Juanes.
Eso es lo que hiciste tú, ¿no?
Probablemente tú no te acuerdas de mi, pero yo te conocí cuando no eras famoso y hablamos de eso de vivir en Miami.
Tú viniste a Estados Unidos en busca de oportunidades.
Triunfaste porque tienes talento.
¿No tenían esos pobres jóvenes negros cubanos también la oportunidad de buscar una vida mejor en Estados Unidos?
Quizá no eran artistas.
Pero eran algo más importante.
Eran seres humanos, con sueños que querían conquistar del otro lado del mar porque les había tocado nacer en un lugar donde mataron la esperanza hace mucho tiempo.
Juanes, me caíste bien aquella vez que hablamos.
Me parece que eres un músico de talento, aunque sospecho que eres un poquito vanidoso.
Comenzando con el nombre artístico que te pusiste tú mismo.
Juanes.
Todos esos artistas que usan un solo nombre que adoptaron ellos me parecen vanidosos.
Rafael, Cher, Madonna, Bono.
Hay otros artistas a quienes el público llega a llamar por un solo nombre en reconocimiento de su grandeza.
Así es como Elvis Presley llegó a ser solo Elvis.
Pero eso de ponerse un artista un solo nombre, a mi no me suena bien.
Es como querer ser como Jesús.
O Mahoma.
O el Buda.
Y tú, Juanes, eres solo un artista con una extraordinaria veta poética y una guitarra.
Lo haces bien.
Pero no vas a cambiar el mundo.
Está bien que te guste cantar frente a multitudes.
Ve a Cuba, algo que no puedo hacer yo que nací allí.
Regresa a vivir a Miami, algo que no pudieron hacer los tres infelices jóvenes cubanos con cuyo asesinato estuvieron de acuerdo tu amigo Silvio y mucha de la gente que se encaramará en la tarima de la Plaza de la Revolución contigo.
Toquen música y canten felices.
Yo, que no soy nadie, que soy un simple y desconocido amante de la música que no tiene la culpa de haber nacido en Cuba, estaré en mi casa escuchando a Coltrane ese día.
Por su música.
Y porque me parece que además de ser un artista puro, era honesto.
Estoy seguro que Coltrane sabía lo talentoso que era.
Estoy seguro que en la época que de racismo furibundo que le tocó vivir indudablemente tenía ideas políticas.
Optó, hasta donde sé, en no mezclarlas con su arte.
De por sí, el arte de Coltrane fue una declaración contra la injusticia.
Yo, de niño en un país que aquel en momento no sentía como mío (luego cambié) , siempre me preguntaba como era que había alguna gente blanca racista estúpida como aquellos "Sheriffs" de Alabama y Mississippi que podía pensar que genios como Coltrane, y Duke Ellington, y Miles Davis eran inferiores a ellos.
Coltrane, al igual que Martin Luther King Jr., me hizo detestar el racismo.
Yo no voy a dejar de escuchar tu música, Juanes.
Pero esa noche de tu concierto, escucharé a Coltrane.
Asi le digo.
Coltrane.
Se lo ganó
Escucharé también a alguien que jamás volvió poder cantar en Cuba y a quien llamo por un solo nombre, porque se lo ganó.
Celia.
Escucharé a Celia, Juanes, a quien no dieron permiso para regresar a Cuba ni siquiera para despedirse de su mamá.
Celia murió sin poder volver cantar en Cuba, Juanes.
Ojala lo sepas.
Finalmente, perdóname por lo que dije del nombre artístico que te pusiste.
Dije que te hablaría con respeto y mis comentarios sobre tu nombre son un poco irrespetuosos.
Recuerdo muy bien que tú me dijiste que ese era un nombre que te había puesto un hermano tuyo.
Me disculpo.
Uno tiene derecho a llamarse como quiera.
A mi me bautizaron como Richard.
Era el nombre de uno de mis bisabuelos, un inglés.
Pero yo le decía a mis amigos en la escuela que me habían puesto así por Richard Egües, el flautista de la Orquesta Aragón.
Así siempre he sido con la música, Juanes, a pesar de que no canto ni toco ningún instrumento y bailo bastante mal.
Luego me puse Ricardo, que suena más cubano, ¿no?
Que bueno que tú puedas ir a Cuba.
Que pena que, quieras o no, tu concierto será usado para fines políticos,.
Por mucho que digas que no.

Ricardo Brown

/ tomado de su excelente blog/ ricardobrown.blogia.com