lunes, julio 07, 2008

EL PUESTO DE FRITA DE MI BARRIO/ Por PONG

El Puesto de Frita de mi barrio

Uno de los lugares más socorridos de mi memoria son los puestos de frita de mi niñez, ubicados siempre en los portales de bodegas o bares, eran apéndices que se surtían de las bebidas como refrescos, cervezas y maltas bien frias, que además en algunos lugares se ofrecía en “combo” con el bodeguero, que rebajaba unos centavos para “redondear el precio” de la oferta, así, un pan con bistec salía a 30 centavos si se compraba con una malta o 25 si se acompañaba con un refresco, ya la cerveza costaba un poco más.
El puesto era un carrito generalmente construido de chapas metálicas en su base, donde se ubicaba el balón o bala de gas cilíndrico con un quemador extendido con una tubería que quedaba al fondo de una gran tapa abombada que era desmontable y sobre la cual se freían tanto las frituras, como el resto de los alimentos. El fritero ( asi se le llamaba al que estaba al frente del puesto de frita ) era casi siempre el propetario del carrito, aunque habían otros que alquilaban el carro o trabajaban para el verdadero dueño que a veces poseía más de un puesto, la particularidad de estos friteros era su habilidad para la preparación de las diferentes ofertas, por ejemplo: las papas fritas a la juliana eran confeccionadas o bien usando un guayo de madera o utilizando un buen cuchillo bien afilado, con el que se lograban las finísimas tiras gracias a su habilidad, también las chicharritas o mariquitas eran hechas a guayo, las papas rellenas,las croquetas, y las frituras venian preparadas y se guardaban en el refrigerador comercial del bar o bodega adyacente, era un buen ejemplo de colaboración entre servicios que se complementaban mutuamente, yo fuí testigo de ello en la bodega de la esquina de mi cuadra en Santos Suárez, uno de los surtidos más populares eran los bollitos de carita, que se confeccionaban o bien usando harina de caritas pre-elaborada made in USA o utilizando los frijoles secos siguiendo un proceso largo y trabajoso, pero con mejores resultados, habían otras ofertas como: pan con bistec ( que eran finos, bien aporreados y adobados, y que una vez echados a la plancha bien caliente se reducían en casi un tercio de su tamaño original, pero aún así, cubrían bien el pan ), las papas rellenas de picadillo, las frituras de bacalao o de malanga, las croquetas de pollo, jamón o pescado, las tortillas con o sin cebollas, y la reina de las ofertas eran las fritas criollas, que daban origen al nombre del puesto, que eran confeccionadas con picadillo de res de segunda, ajo, oregano, comíno, pimienta,sal y mucho pimentón español que le daba ese sabor a chorizo, tan característico, hoy en día , se ha adulterado al infinito, este criollísimo refrigerio, y se hacen usando chorizos en su mezcla pero en la Habana del 1958, el precio del chorizo aún el criollo no hacía rentable usarlo, asi que la receta original era usando picadillo de carne de res de segunda, el pan utilizado era el llamado Pan de Flauta, que era producido en lugares como la Panadería de Toyo ( Diez de Octubre y San Leonardo ) y que eran a diferencia del llamado Pan Cubano, más firme y de un díametro entre el baguette francés y el pan de agua, muy largo, de corteza tostada y con una zanja que se abría motivada por la tira de hoja de plátano que se colocaba en su parte superior que “partía la corteza en dos dejando un canal con la tira tostada al centro”. Era tan largo que de cada pan salían 8 porciones de pan para el fritero, que rebanaba al centro a todo lo largo en el último momento, cuando el relleno estaba listo, ya sea el bistec jugoso, o la tortilla criolla, de aderezo se usaba o bien el catsup o la salsa de tomate según el gusto del cliente, en el caso de la frita de seguro era la salsa de tomate, menos dulce.
El fritero no paraba nunca de trabajar, pués entre cliente y cliente, preparaba las papitas, o las frituras, o picaba el pan, o picoteaba la cebolla muy finamente, y usando la plancha abombada lo mismo se freían las papitas,las frituras, que con menos grasas se hacía el bistec o la tortilla, la habilidad era cómo se pasaba la grasa de los contenedores del borde de la plancha, hacia el centro de la misma, y como controlando la llama del quemador según el pedido, lograba la temperatura adecuada para cada oferta. El carrito de frita, era metálico con chapas en todo su parte inferior, y de angulares y vidrio en su parte superior, algunos llevaban rotulado el nombre del puesto en pintura roja sobre el vidrio trasero, o por los costados según fuera la conveniencia, la tapa metálica del frente que era el cierre de la parte superior y estaba abisagrada al borde superior frontal y se mantenía abierta como cubierta sobre el fritero agarrada por ganchos metálicos, algunos lograban conectarse con alguna fuente eléctrica y tenían una buena iluminación otros se valían de la luz del portal del comercio donde se ubicaban, todos constituían un lugar indispensable para las familias que no querían cocinar esa noche y enviaban al muchacho de la casa a “ resolver”, hoy con la aparición de los diferentes establecimientos de fast-food, de seguro hubieran desaparecido o quizás por la leyes del capitalismo estos humildes puestos de fritas hubieran evolucionado a cadenas de servicios que de seguro le habrían puesto muy difícil al menos en Cuba, el éxito rotundo a uno de los culpables de la obesidad infantil en el mundo entero, aunque no podemos negar que un pan con bistec, con sus cebollitas, sus papitas a la juliana, su salsa de tomate, y una buena malta bien fría, cualquiera se envicia y se pone gordito de verdad, cosas del destino, hoy los puestos de fritas son recuerdos del pasado, fueron borrados del mapa en todo el país, una noche del mes de marzo del 1968, mientras en Paris los jovenes querían cambiar el mundo, sin jamás haber conocido un puesto de frita cubano.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Alfred; me has hecho revivir momentos muy gratos en 12 y 23 en el Vedado.
Alicia

Daína Chaviano dijo...

Alfredo, tienes una memoria prodigiosa. Volví a recordar este ritual que había sepultado en algún rincón perdido de mis recuerdos.

Anónimo dijo...

Max Lesnik era dueño con Enrique Nuñez en La Habana de varios de estos puestos de fritas. Lesnik era experto en sacudir las papitas fritas dentro de un cartucho de papel, las cuales agitaba muy profesionalmente. En Miami, Lesnik pasó de fritero a "periodista" sin pasar por la universidad. Después que su revista Réplica fracasó, Lesnik quedó arrepentido de haberse arrepentido y corrió a La Habana para prepararle fritas a Fidel Castro, sacudiendo el cartucho de papitas magistralmente.

Daína Chaviano dijo...

También recuerdo cómo los friteros aplastaban con saña las fritas contra la plancha. Pero el pan con bistec encebollado, los bollitos de carita, etc. ya no existían en mi niñez. Sin embargo, el ritual de preparar las fritas era algo que pude ver y que me fascinaba.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho esta semblanza. Resulta que frente al Pre del Vedado, no exactamente al frente, sino a la derecha (mirando desde el frente y perdonen mi inhabilidad para las coordenadas en labana), habia un fritero. En realidad el hombre no se empataba con carne hacia tiempo, (hablando del agno 66, 67 y...puf! el 68)y cocinaba tortillas. Les ponia tomate, cebolla a gusto, etc. Lo adolescentes de la epoca le llamabamos "el tortillero" y ademas lo gritabamos en voz alta para provocar: "Tortillero!". El susodicho tortillero se estacionaba frente a una casa del Vedado donde aparecia un numero sui-generis algo como 33 1/2, que parecia ser el numero de la casa interior, que tenia ademas un aire misterioso. Alguien sabra quien vivia ahi? Me refiero a 25, probablemente entre D y C, porque era siguiendo el Pre. A media magnana comiamos una tortilla del tortillero y seguiamos pensando en ser guerrilleros. Todo el mundo queria cambiar el mundo. La realidad la tenia asida por el mango de su espumadera, el tortillero. Gracias, Alfredo

Alfredo Pong dijo...

Me he propuesto incluirles otros relatos de mi niñez, como el Puesto de Frutas de los chinos, El Mercado Unico de Cuatro Caminos, El restaurant El Pacifico por dentro, Un dia en el Barrio Chino de la Habana, El balneario La Concha y el Coney Island de Marianao, Los Combos de los 60's y Las Tribulaciones de un chino-cubano en la Zafra de los 10 millones.

Patricia dijo...

El relato es una maravilla y la habilidad para ilustrarlo le da un toque maestro. Que lindo narras tus recuerdos!

Alfredo Triff dijo...

Sigue con tus cuentos. Me apunto en la primera fila.

Eufrates del Valle dijo...

Todavian quedan fritas? Una para mi, maestro Pong.

He disfrutado mucho este post.

ric dijo...

¡Qué barbaridad! Yo, que no como carne roja y que hace 20 años por lo menos que no me como una frita, ahora tengo que salir mañana a comprarme una. El dibujo es espectacular, y la remembranza, maravillosa. Por cierto, ¿alguien me puede decir dónde en Miami venden fritas pero BUENAS, BUENAS, BUENAS DE VERDAD? Si voy a pecar, que sea con gusto...

Eufrates del Valle dijo...

Ric, las mejores fritas de Miami me las comia antes en Sergio's de Coral Way. No se si todavia son las "estrellitas" del carnaval de fritas.

Alfredo Pong dijo...

La mejor y mas autentica frita cubana la ofrece El Rey de La Frita Cubana en Miami, ahora se ha mudado de su sitio original en la Calle 8 y La 12 Ave a su nueva direccion:
1821 SW 8th St
Miami, FL 33135
(305) 644-6054
Les recomiendo disfrutarla con una Malta Hatuey, es una combinacion de 5 estrellas.

Anónimo dijo...

Compadre, tu comiste antes de escribir esto, no?, porque yo lo leo y me da un hambre!!, dime tu donde me empato yo con una frita en el frío Canadá!!!...gracias por el escrito

varela blog dijo...

Clase puesto frita. El que habia en Sancti-Spiritus frente al parque de La Caridad era igualito pero si techo. Bueno, era un puesto de frita del interior. Menos sofisticado.

Abrazos.

ric dijo...

Gracias por los frita tips!!

Cubalibre dijo...

Que clases de recuerdos Alfredo. El fritero que yo iba era el que estaba en Estrada Palma y 10 de Octubre (En la esquina de el bar que habia alli).

En el 59/60 el pan con bistec era 25 centavos y la frita no recuerdo bien si era 15 o 20 centavos. Solo te falto la caja de huevos. :)

Ahora la fecha exacta de la desaparicion de los friteros fue el 13 de marzo de 1968. Recuerdo que en la madrugada del 14 todos los puestos de fritas tenian un interventor y cerrados. Solo mantuvieron algunos chinchales que tenian varios empleados y en poco tiempo ya no tenian nada para vender.

Oye te agrego un enlace en Cine Cuba y te invito a visitarnos:

Cubalibre dijo...

Cono se me olvido el enlace:

http://cinecuba.blogspot.com/

batey dijo...

¡Hola Pong! Te he leído muchas veces, pero hasta ahora no había sentido el IMPULSO de comentar.
Soy oriental, de la costa norte, de un central azucarero, que por desgracia ya ni existe.
¡Lo de las fritas me trajo tantos recuerdos...! ¡Qué la memoria olfatoria se me disparó!
En mi pueblo habían dos friteros, Loló el Gato(no quiero tener "malos pensamientos", pues era mi preferido) y Luciano (éste como que tenía más caché). Se apostaban a la salida del cine... ¡y aquello era el despelote! Las colas eran bastante nutridas. Cada uno tenía sus fans. Y ahora viene la controversia entre mi hermana y yo. Ella jura y perjura que NUESTRAS FRITAS también llevaban papitas a la juliana y yo le digo ¡que de eso nada!, sólo le ponían rodajas de tomates maduros y cebolla blanca picadita. Todavía no nos hemos puesto de acuerdo, jajajajajaja.
Un abrazo cubano, ¡ah! Y yo también tengo raíces asiáticas, específicamente cantonesas.

Alfredo Pong dijo...

La frita cubana tenia en cada lugar diferentes formas de servirla, en realidad en la Habana era comun adicionarle papitas a la juliana, pero no dudo que en otras partes segun el gusto del cliente se usaran tomates y lechugas, la confeccion de la frita en si, , si era clasica, salvo algunos que adulteraban el producto haciendola con pan mojado en leche etc...la clasica y verdadera es la que esta en la receta. Bienvenido al club, son muchos los que tienen raices cantonesas, yo en mi caso lo que tengo el tronco cantones pues mi padre lo era y mi madre española se crio en Canton. Saludos. Pong

Anónimo dijo...

Buscaba una receta para la frita cubana, y me llevé un esquisito postre de folklor chino-cubano. Bravo, por tu experiencias exquisitas y por el tiempo que le has dedicado.

Unknown dijo...

Estupendo tu reportaje sobre la frita cubana. Costaba 15 centavos y los puestos eran tal como los describes. Nacido y criado en Luyanó, el puesto de fritas en el que yo compraba cuando lograba reunir los 15 kilitos estaba en el portal de un bar que había en la esquina de Municipio y Fábrica. Mientras esperaba todo el ritual de preparación del fritero, disfrutaba de la victrola del bar y del delicioso olor que impregnaba el ambiente. Mi fritero desapareció pronto pues yo sólo lo recuerdo antes de la revolución o quizás también a principios pero es un recuerdo que nunca podré olvidar junto con el coco glacé de Hatuey, las galleticas preparadas que vendían en las bodegas, los peters, las africanas, los coquitos blancos o prietos (popularmente conocidos como mojones de perro), las señoritas, el pan de gloria, el Kresto, los batidos de malta o de trigo, el cake helado, los palitroques y que alguien siga añadiendo a la lista.