martes, noviembre 18, 2008

LA HAZAÑA DE POTAJE Y LA ULTIMA PROCESION

Cuenta una leyenda popular en Santos Suárez, que la construccción de la Capilla de Caracoles como se le conoce en el barrio, se debió al cumplimiento de una promesa hecha por Lorenzo Romero a la Virgen de la Caridad, mientras colgaba del andamio de la obra en la cual trabajaba, en los últimos instantes antes de la caida que sin lugar a dudas tendría fatales consecuencias, en su desesperación,el albañil hizo su promesa : -“Si salía con vida del accidente, le construiría una capilla con caracoles en su propia casa”.

Y resultó que a pesar de caer a una gran altura solo tuvo fracturas de piernas y unas costillas, sin ningúna complicación adicional, por lo que una vez recuperado cumplió su promesa. Todos en el barrio en esa época de los primeros años de la decada del 30, se dieron a la tarea de colectar caracoles para la capilla que Lorenzo le había prometido a la Virgen.


Fue así que con el pasar de los años, todos crecimos viendo como parte del barrio esa modesta capillita de apenas unos metros de ancho, con su fachada frontal toda cubierta de caracoles, protegida con mucho celo por los creyentes del barrio, que era venerada como un sitio sagrado y familiar por todos, no se celebraban misas porque no formaba parte de la iglesia como institución, ni tenía asignado saderdote, pero muchos iban a rezar y a meditar sus dolores del alma en aquel local tranquilo, sencillo y acogedor, ( ver fotos ).

En su planta alta vivía Lorenzo, su creador con su corta familia, a cuya morada se accedía por una escalera lateral dentro de la misma nave, acicalada diariamente por devotas, tenía un sitio preferencial, una imagen de Santa Barbara, adquirida gracias a la donación del actor de Cine y TV, Alberto González Rubio y su esposa, y a la cual como a la imagen de la Caridad del Cobre nunca le faltaron ofrendas florales, sobre todo de gladiolos amarillos en sus respectivas conmemoraciones.

Cada 8 de septiembre en el Dia de la Caridad del Cobre, se realizaba desde su fundación, una procesión con todos los fieles creyentes portando la imagen y saliendo desde la Capilla por la calle San Benigno y San Leonardo, a todo lo largo de San Benigno hasta la Calle Santa Emilia por donde seguía calle arriba hacia la iglesia La Virgen Milagrosa, en la Calle Paz y Santa Emilia, al llegar, se celebraba una misa con la imagen presente para luego regresar por la calle Enamorados( escalinatas abajo ) hasta Serrano donde buscaban la calle San Leonardo hasta regresar a la Capilla, esto se hacía años tras años, hasta su último recorrido el 8 de septiembre de 1962.

Ese año como siempre al finalizar la procesión, se llevaba a cabo una competencia en la cafetería del guajiro Luis en la esquina de San Benigno y Enamorados, donde se ofertaban los mejores batidos de frutas naturales sin leche, si alguien quería agregarle leche tenía que traerla de la casa ( ya empezaban a sentirse los efectos de la escasez ), fue en esa ocasión que la competencia tuvo una doble importancia, sería la última.

La muchachada llenaba el portal de la cafetería, mientras en la barra estaban los competidores, entre ellos mi amigo y vecino Jorge más conocido como Potaje ( porque solo se llenaba con mucho potaje y arroz , según Lála, su madre ). Era un joven delgado, o como deciamos todos, flaco, alto para su edad, de tez cobriza clara, madre mulata y padre español, pelo rizado, ojos grandes y labios gruesos, como se llama en cubano: un jabao, de carácter noble y muy buen amigo de todos, mayor que el resto del grupo, pero salvo la diferencia de estatura, era uno más de la pandilla del barrio.

El reto de la competencia consistía en ver quien se tomaba más vasos de batido acompañado de Mantecadas, una panetela de forma rectangular, esponjosa, bien horneada con su color canela y de un aroma delicioso, solo que había que tragarsela con algún líquido pués era muy seca y se atoraba en el gaznate como se decía entonces, el batido era de fruta bomba bien espeso, cada vaso metálico de la batidora daba para 3 vasos de 8 onzas, el vaso usual en cualquier cafetería, todos nerviosos esperaban el inicio de la contienda, al fin el guajiro emocionado dio la voz de ¡ ARRIBA ¡ y los cuatros competidores se lanzaron a los vasos llenos hasta el tope, el convenio era de un vaso por cada mantecada, decirlo suena fácil pero hacerlo era toda una proeza, los ojos de Potaje se le salían de las orbitas, tragaba el batido con la misma avidez que se zampaba las mantecadas, asi, 1 , 2, 3, 4, 5, en el quinto vaso uno de los competidores se retiró, quedando solo Potaje al frente que ya se terminaba el sexto vaso y comenzaba a masticar la próxima mantecada, otro del grupo no pudo evitar atragantarse y fue necesario darle bien fuerte por la espalda para evitar que se asfixiara, ya con un solo oponente, Potaje se envalentonó y remató con el octavo vaso y la octava mantecada, los animos por el techo, los vitores y algarabía atraían a la esquina a vecinos y curiosos, Potaje con su noveno vaso de batido no tuvo que terminar la próxima mantecada, su oponente se había rendido en la sexta ronda, todos felices cargamos al vencedor, el premio consistía en disfrutar gratis por una semana de la oferta de la cafetería que consistía en: bocaditos de pasta, croquetas preparadas, papas rellenas, tortillas,batidos y jugos de frutas y refrescos, lo cual era el premio perfecto para el apetito de Potaje, que fue nuestro heroe por unos días, su hazaña formó parte de la leyenda del barrio.

Un tiempo después mi amigo Jorge , nuestro querido Potaje falleció de una embolia cerebral a la edad de 16 años, con él, se acabó el ciclo de competencias relacionados con la Procesión de la Virgen de la Caridad de la Capilla de Caracoles.

También terminó la tradicional fiesta de la Virgen en su día, y no solo en el barrio, sino en toda la isla porque ese año fue el asalto final del regimen castrista en contra de la iglesia católica, sus instituciones y sus tradiciones, se suspendieron en lo adelante todo tipo de procesiones o celebraciones callejeras, y sus creyentes fueron confinados a seguir sus creencias dentro de las iglesias y soportar el asedio y la represión aún en sus propias casas, lugar de trabajo o estudio, muchos abandonaron las iglesias y se incorporaron al experimento llamado Revolución, por miedo o por falta de fe o por oportunismo, esperando recibir el fruto de las promesas de un futuro que nunca les llegó. Hoy muchos de sus descendientes recorren el mundo en pos de una vida mejor, sin fe en nada, sin ética de conducta sin tradiciones ni raices ni lugar de retorno, despreciando la tierra que los vió nacer. Un pueblo sin memoria, que está condenado a repetir la historia una y otra vez, hasta que aprenda que olvidar es volver a sufrir.

Aún hoy se mantiene en pie, esa joya de la devoción popular, a pesar de las prohibiciones, del odio, de la represión, del miedo y la apatía, en mi sencilla barriada en cuyos alrededores se han fundado focos de resistencia y oposición a la barbarie, donde no hubo actos de repudios en 1980, barrio de obreros, rodeado de fabricas de confituras y chocolates como la Estrella, de detergentes como Crusellas, de calcetines de hombre La 11-11, de panaderías como Toyo o La Ceiba o dulcería famosa como La Gran Vía, barrio lleno de cines: Santos Suárez, Apolo, Dora, Los Angeles, Florida, Santa Catalina , barrio de mi infancia humilde pero feliz, único lugar en Cuba donde nevaba cada cierto tiempo por el espectáculo de ver sus calles llenas de espuma que parecía nieve ( cuando limpiaban los tanques de Crusellas y todo el sistema de alcantarillado se llenaba de una espuma densa que salía por lo tragantes de las esquinas),y los muchachos jugabamos a tirarnos las tortas blancas de espuma, aunque después muchos terminabamos enfermo de la garganta, pero felices; todo esa magia que ya no es, que ya no está, como el eco de la banda escolar que encabezaba la procesión cada 8 de septiembre, donde aún en la esquina se pasea el espectro de mi amigo Potaje, victorioso, en la espera de una próxima competencia de batidos y mantecadas.

3 comentarios:

Alfredo Pong dijo...

Un vecino del barrio que vive en Maimi me llamó para decirme que la UNESCO había declarado monumento a la capilla...
- Ahora si que la perdemos - le comenté y él me respondió:
- No si hasta estaban buscandole un espacio para poner una imagen del Che en el altar...
y yo digo:
- No hay peor ONG que el no necesita ONG...

Anónimo dijo...

I love your story, que rico leer asi, tan sencillo. Eres tremendisimo cuentista natural, organico y carismatico. Me gustan mas tus historias que tus caricaturas!

Gracias

A. Milk

Anónimo dijo...

Que historia tan bonita. No conocia la capilla de caracoles.. sin dudas la visitare. Gracias por tus historias! Monika