lunes, diciembre 19, 2011
lunes, diciembre 12, 2011
domingo, diciembre 11, 2011
martes, diciembre 06, 2011
jueves, noviembre 24, 2011
jueves, noviembre 17, 2011
martes, noviembre 15, 2011
lunes, noviembre 14, 2011
domingo, octubre 30, 2011
miércoles, octubre 26, 2011
jueves, octubre 20, 2011
miércoles, octubre 19, 2011
martes, octubre 18, 2011
miércoles, octubre 05, 2011
jueves, septiembre 29, 2011
lunes, septiembre 19, 2011
sábado, septiembre 10, 2011
domingo, agosto 28, 2011
LAS AVENTURAS DE RULY HOOD
Mike Pocel responde dos preguntas sobre el acto de repudio en 1980 que le hicieran miembros del Movimiento de la Nueva Trova, entre los que se encontraba Pablo Milanés, cuando él quiso infructíferamente marcharse de Cuba durante el éxodo del Mariel.
¿Quién organizó y cómo transcurrió el mitin de repudio del cual fuiste víctima en 1980 cuando decidiste irte de Cuba?
"El acto de repudio fue organizado por La Nueva Trova y el CDR de mi cuadra y el de la cuadra de mis padres, que fue donde se efectuó el mismo, pues allí era donde estábamos después que no nos permitieron emigrar y nos viraron del Abreu Fontán, ya que no nos dejaron ni llegar hasta el puerto del Mariel. Entre los que participaron estaban Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Eduardo Ramos, el grupo Moncada, Virulo y otros menos destacados. Ese primer día de repudio contra mi persona, después de gritar todo tipo de improperios y obscenidades contra mí y mi familia, y patear las puertas delantera y trasera de casa de mis padres, leyeron en voz alta -para todos los presentes- el comunicado Del Movimiento de la Nueva Trova al ex-compañero Mike Porcel que aparece al principio. Lo deslizaron por debajo de la puerta como prueba de soberbia. Lo que no imaginaron es que yo lo conservaría más de tres décadas después. Hace sólo un par de años lo saqué a la luz en el programa de TV A mano limpia que conduce Oscar Haza y posteriormente también fue reproducido en algunos blogs. El acto de repudio duró una semana. No dejaban entrar o salir a nadie de la casa. Mi hijo tenía 8 años y estaba aterrorizado; le costó mucho tiempo poder superar los estragos psicológicos que estos actos inhumanos le provocaron, y para colmo lo expulsaron del conservatorio de música por ser mi hijo”.
¿Alguna vez has oído o leído que algún instigador de este mitin de repudio haya estado avergonzado del mismo? ¿Pablo Milanés, particularmente, te ha expresado algún tipo de disculpas por ello?
“Nunca he recibido de ninguno de ellos mensaje directo o indirecto que se parezca a una disculpa. Ahora me pregunto, ¿creerías tú en la sinceridad de una disculpa de alguien capaz de integrar una vesania colectiva semejante y seguir durante todos estos años apoyando al mismo régimen que la ideó? ¿No fueron y son los actos de repudio, además de un acto de soberbia ideológica inaudita, el típico actuar de un abusador?
Porque en cualquier lugar del mundo a 200 personas contra 1 lo llamarían abuso.
¿Qué ideología puede justificar algo así? Sin embargo, ahora son los heraldos del amor, nos traen un mensaje de reconciliación y fungen como voceros de la unión entre las dos orillas. Por si fuera poco, a todos los que no aceptemos su nuevo disfraz de oveja nos llaman intransigentes, reaccionarios y mafia de Miami.
No sé si realmente quisiera escuchar una disculpa. No creo que nada haya cambiado. Lo mismo que me hicieron a mí se lo hacen hoy a los periodistas independientes, a las Damas de Blanco y a todo el que no acepte los dictados del eternamente moribundo dictador”.
viernes, agosto 26, 2011
sábado, agosto 20, 2011
CARTA ABIERTA A PABLO MILANÉS
Por Ondina León
Guitáfora/16 de agosto de 2011
Pablo:
Tú pudiste haber sido un hombre bueno, pero te ha faltado el primer valor que un ser humano tiene que tener: el valor. Y no es que te hayan faltado oportunidades a lo largo de tu vida para alcanzar ese coraje ético.
Cuando estuviste en los campos de concentración de la UMAP, debiste tener el valor de reconocer que tu revolución era una dictadura represiva, que no respetaba ni el talento artístico ni la libertad de cultos religiosos ni mucho menos la diversidad en la identidad sexual. Pero no, preferiste buscar refugio debajo de la falda de Haydée Santamaría, esa misma “libertadora” que se ajustició, para poder seguir cantando, sobre todo a los represores y a los asesinos fotogénicos, como Ernesto Guevara, con la libertad de los siervos o los galeotes.
Durante el llamado “Quinquenio Gris” de la cultura (¿alguna vez ha sido luminosa una dictadura?), ¿cuántas veces alzaste tu voz contra la defenestración y el “ninguneo” de tantos intelectuales y artistas? ¿Tendré que recordarte casos y nombres? Seguro que no: tú los conoces muy bien, de cerca, a la mano...
Cuando las campañas bélicas del imperialismo castrista en África, a donde tu gobierno enviaba a nuestros compatriotas a morir, sobre todo a los negros, como nosotros, con el axioma elemental de “los cubanos ponen los muertos y los rusos, las armas”, ¿cuántas veces te rebelaste contra esta injusticia bárbara? Ninguna, que yo sepa, porque preferiste cantar “la gloria que se ha vivido”, esa que ha vestido al dictador de “legitimidad” y “respeto” ante las izquierdas del mundo.
Cuando en 1980, durante el carnaval de los vándalos castristas, que repudiaban con palos y piedras a los que querían huir de la pesadilla caribeña, tú, guitarra en mano, declarabas a voz en cuello “yo me quedo”, porque eres del Caribe y amas esa isla, que para ti no es una gran cárcel con barrotes de espuma de mar y tiburones guardianes. ¿Realmente no sentiste vergüenza de ser cubano en aquel entonces? Yo sí, y mucha, porque cuando un pueblo se envilece, Dios llora.
Y, más tarde, cuando en 1994 se produjo “El Maleconazo” y el éxodo (otro más) de miles de balseros, ¿no se te ocurrió preguntarte por qué Cuba se seguía desangrando en una espiral de desastres absurdos y maquiavélicos?
Y hoy, ¿no te preguntas por qué tu patria se ha convertido en otro Haití? ¿Ya les escribiste una canción a las Damas de Blanco, ahora que dices que hace falta libertad en tu tierra? ¿Cómo te juzgo, coterráneo? ¿Qué hacer, entonces?
Dentro de unos días darás un recital en Miami, conocida como la Capital del exilio cubano, y hay tremendo debate sobre si tienes derecho a presentarte o no, donde están refugiadas tantas víctimas del castrismo. Para mí está clarísimo que, en este enclave de libertad y democracia, todo el mundo tiene derecho a cantar, sea de izquierda, de derecha o castrista, como tú. Como también los cubanos debería tener el derecho y el deber de dejarte sin audiencia, a teatro vacío; o a parapetarse en otro recital con artistas libres, que te silenciaran con su música. Sin embargo, tristemente admito que sé que llenarás ese estadio, porque la mezcla de amoralidad y nostalgia aberrada, de irresponsabilidad histórica y egocentrismo, de frivolidad y desmemoria, que padecen muchísimos cubanos y otros tantos hermanos de América Latina, te garantiza la audiencia.
Yo no estaré allí ni te aplaudiré ese repertorio, que tienes que haber escogido muy bien, en otro ejercicio más de complicidad con el castrismo, para demostrar que “eres artista, no político”, como eructan esos colegas tuyos a los que no les importa Cuba y sus miserias. ¿De verdad tú crees que eres “progresista” y socialista? Deberías tener el valor de admitir que en Cuba no puede haber progreso real bajo la bota del castrismo, ese añejo sistema de patologías. Pero, claro, creo que tus vacaciones en Cancún, junto a tu esposa española, o el mojito que te tomas en tu residencia habanera con piscina, no te permiten pensar bien.
Me hubiera gustado mucho comenzar esta carta diciéndote “Querido Pablo”, pero reconozco que soy muy imperfecta y me cuesta la vida querer a alguien que le desea salud a un tirano sanguinario. Lo siento, Pablo, yo también soy Cuba, aunque apenas me reconozca a mí misma, desde que me desterraron a golpes de injusticias y de complicidades, como esta tuya, imperdonable.
miércoles, agosto 17, 2011
EL ORIGEN DE UNA RECETA USADA EN PERIODO ESPECIAL
domingo, agosto 14, 2011
sábado, agosto 13, 2011
jueves, agosto 11, 2011
martes, agosto 02, 2011
jueves, julio 21, 2011
viernes, julio 08, 2011
jueves, julio 07, 2011
martes, julio 05, 2011
viernes, julio 01, 2011
domingo, junio 19, 2011
martes, junio 07, 2011
miércoles, junio 01, 2011
En 1949 el gran maestro del modernismo, el alemán Walter Gropius, visitó La Habana y entabló una fructífera relación con Quintana, quien entendió por primera vez el balance ecológico como criterio esencial para una visión arquitectónica y urbanística. Gropius y posteriormente el arquitecto español José Luis Sert serían sus pilares para conformar las nuevas concepciones renovadoras de la arquitectura cubana.
“Nos dimos cuenta de que, antes de lanzarnos en una copia estéril del modernismo internacional, teníamos que detenernos y pensar sobre lo nuestro”, confesaría Quintana años después. “Hicimos así una arquitectura con el oído pegado a la tierra, cubanísima”.
Tras varios desencuentros y porfías con el Che, que lo amenazó personalmente con la cárcel o el paredón de fusilamiento, Quintana abandonó Cuba en enero de 1960 con su familia, su colección de arte y hasta sus automóviles.
Forzado al exilio, se estableció en Venezuela, donde diseñó el plan maestro de la ciudad de Caricuao. Posteriormente se trasladó a Puerto Rico para desarrollar una extensa labor constructiva , que comprende más de 100 proyectos urbanísticos, mercados, edificios de condominios y centros comerciales.
En 1986 vino a Miami. Se desempeñó como profesor adjunto en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Miami y a los 71 años fue nombrado profesor en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), donde impartió clases hasta su retiro, en el 2010.
Con desbordante entusiasmo, Quintana dirigió el estudio durante dos años. El proyecto involucró a un equipo multidisciplinario de 25 especialistas, y recibió un amplio volumen de fotografías y documentos enviados a título personal por profesores, arquitectos y colaboradores desde Cuba.
“Este proyecto justifica mi propia existencia”, me dijo durante una entrevista a fines del 2005. “Partimos de lo que existe para darle continuidad a una ciudad que ha estado paralizada en el tiempo… No queremos que la reconstrucción sea una carga para las futuras generaciones”.
El libro resumen del estudio, en inglés y español, contará con más de 400 páginas de textos e ilustraciones, y añadirá un CD que permite un recorrido virtual por la ciudad. Para ese volumen Quintana escribió una historia de La Habana que recoge su experiencia de 50 años en la arquitectura y el urbanismo.
Además de su viuda, lo sobreviven sus hijos Nicolás, Jorge Luis, Pablo José y Miguel Angel, y ocho nietos.
viernes, mayo 20, 2011
martes, mayo 17, 2011
jueves, mayo 05, 2011
Una Muerte Para La Historia por Daniel Morcate
Daniel Morcate / El Nuevo Herald
miércoles, mayo 04, 2011
lunes, mayo 02, 2011
sábado, abril 16, 2011
miércoles, abril 06, 2011
OTRO BUEN PROYECTO QUE SE ACABA POR FALTA DE FINANCIAMIENTO, UNA LAMENTABLE NOTICIA
lunes, abril 04, 2011
miércoles, marzo 30, 2011
domingo, marzo 27, 2011
jueves, marzo 24, 2011
domingo, marzo 20, 2011
martes, marzo 15, 2011
lunes, marzo 14, 2011
SIETE INCONVENIENTES DE SER OSCAR ELIAS BISCET / Por Jesús Rosado / Tumiamiblog
2.- Tener miedo y saltar por encima del instinto al punto de convertir este salto en ejercicio de rutina. Este síndrome es preocupantemente atípico para los aplicadores de los excesos de poder y para los que pasivamente se pliegan al mismo. Genera turbadoras sensaciones de estorbo y envidia malsana tanto entre detractores como entre supuestos partidarios
3.- Ser cubano, caribeño, mestizo, afrodescendiente y no tener, sin embargo, temperamento para la violencia. Aquí hay un serio problema de coherencia idiosincrásica. Para los martianos, no hay nada más lejos del maceísmo. Para los aguerridos maceístas, simplemente este hombre no existe. Considérese como una mulatez desubicada antropológicamente
4.- No querer exilarse. Una actitud que se pudiera considerar poco historicista. Los grandes patriotas conspiran, parten al exilio y luego regresan a completar su obra. Permanecer en el territorio es una reiteración matemáticamente peligrosa que violenta la lógica de la recuperación postcarcelaria y la presunción de treguas. Para un gobierno, una sociedad y una historia nacional que se regodean en la coerción y la violencia esta conducta es completamente desleal y disfuncional
5.- Ser médico de profesión y no ser excombatiente de gesta o misión alguna, ni exmilitante de nada. Además, pronunciarse al mismo tiempo contra la represión, las violaciones del sistema sanitario, el uso de las armas y la pena de muerte. Un verdadero dolor de cabeza para los perseguidores porque tienen que estarle inventando causas penales a expensas del descrédito de las acusaciones. Y otro dolor de cabeza para los belicistas del exilio intransigente que lo menos que necesitan es un pichón de negro sin machete en mano y con vocación de Varela
6.- Poseer cualidades fotogénicas. Figura apuesta, rostro anguloso e interesante, expresión vivaz, noble y altiva, cercana a la beatitud presumida de Denzel Washington en su roles heroicos. Magnolia Pictures se gastaría su buena suma para usarlo en algún thriller de implicaciones políticas. Y aún con la sonrisa desvencijada por el maltrato, los fotógrafos de AP y EFE se disputan las mejores instantáneas del mulatón contestatario. Eso representa inconveniente sobre inconveniente. Primero, porque pone en peligro el control mediático de la publicidad revolucionarista de la dictadura. Segundo, porque el liderazgo senil de los Castro ha perdido, con los estragos de la edad y el desprestigio, el carisma fotográfico de antaño y cela las competencias
7.- Evidenciar un testoteronismo moderado, compatible con tiempos y contextos más emancipados. El moreno muestra fibra muscular, levanta el brazo con energía para hacer el signo de victoria, su voz se proyecta viril, el lenguaje corporal comunica firmeza, pero el discurso alza vuelo hacia el gandhismo, y ama a su familia, no le pega ni a una mosca, aguanta empellones policíacos con gallardía, profesa públicamente su devoción religiosa, perdona a sus verdugos… Habla de paz, de cristianismo, de respeto a los derechos humanos. Se muestra estoico tras las rejas. Es optimista y sereno en su callejeo disidente, ignorando soberanamente las tradiciones armamentistas y dramáticas de la cojonudez patria. Mi experiencia como cubano me hace dudar que ese camino le gane adeptos entre la tribu. Pero puede que me esté equivocando. A lo mejor Oscar ya significa otra cosa en nuestra modernidad. Tal vez este sea un auténtico prototipo del cambio. De ser así, a la larga sería un inconveniente más, en particular para él. Sobre todo a los fines de conservar una vida autónoma con probabilidades de longevidad
Visto así, para el cubano medio resulta todo un desafío ser Elías Biscet. Implica demasiado estrés apegarse a un perfil como el de él.